Que Explica La Popularidad de Donald Trump?
Published by Semanario Hebreo: Montevideo, Uruguay
Quizás en los últimos 20 años, nunca ha habido un candidato tan controvertido como Donald Trump. Trump, quien espera obtener la nominación presidencial del partido Republicano en dos semanas, ha sido ampliamente criticado por sus ideas, actitud arrogante y machista. A título de ejemplo, Donald Trump ha sido censurado por su propuesta de prohibir el ingreso de musulmanes a EEUU, sus comentarios derogatorios sobre los inmigrantes ilegales Mexicanos, y el no haber rechazado el apoyo a su candidatura del líder del Ku Klux Klan. Y estas son solo algunas de las polémicas actitudes que Trump ha adoptado desde el comienzo de su campaña política en Junio del pasado año. El apoyo sin precedentes recibido por Donald Trump y la casi segura nominación por parte de un partido de larga tradición como el partido Republicano resulta incomprensible sin un análisis más profundo de las motivaciones, preocupaciones y temores de sus votantes. Esto lleva a preguntarse, qué piensa el ciudadano Norteamericano dispuesto a votar a un candidato con tan inusuales características?
Trump logra imponer su candidatura a pesar de la falta de apoyo de los sectores tradicionales del partido Republicano. Votantes tradicionales de ambos partidos ven con desagrado y honda preocupación su candidatura y las actitudes a veces caricaturescas, populistas y de tinte racista. Sin embargo, Trump logra cautivar los sueños y votos de un sector demográfico específico de la población que se siente incomprendido y desplazado del escenario político. En éste grupo, Trump no tiene apoyo a pesar de su personalidad, sino por su forma de ser.
El partidario tipo de Trump, es de raza blanca, clase obrera, no tiene estudios universitarios y vive fuera de las grandes ciudades. Más aún, el votante típico de Trump no se considera una persona con intereses políticos. Este grupo, que habitualmente no tendría un gran peso político, ya que por falta de interés pocos de ellos han votado en el pasado, (en Estados Unidos el voto no es obligatorio), no se siente identificado con los políticos tradicionales como Hillary Clinton o Marco Rubio que a su entender no alcanzan a comprender su problemática. El votante de Trump está cansado de escuchar propuestas que no mejoran su calidad de vida que se deteriora sostenidamente. Vive en una sociedad que se vuelve predecible lejos de su ideal del “sueño americano”.
A modo de ejemplo ilustrativo, les presento al típico “Trumpista”, Rick Allen. Rick trabajó toda su vida como obrero en una papelera en Lewiston, una ciudad industrial pequeña en el estado de Maine al noroeste de Estados Unidos. Por ańos, la vida de Rick era estable y tranquila, sin embargo al sobrevenir la recesión en el 2008, la papelera (que era el principal empleador de la ciudad) cerró. Rick intentó conseguir trabajo en otras papeleras cercanas, para encontrar que también habían cerrado dado que la computarización disminuyó la demanda de papel. Rick buscó empleo en otros sectores, sin conseguir un trabajo que pague a la medida de sus necesidades, ya que muchos de los trabajos manuales se han desplazado al tercer mundo o están ocupados por inmigrantes ilegales, quienes aceptan trabajar más horas por menos dinero, sin derechos laborales y a veces incluso por debajo del salario mínimo. A Rick también le sorprende e irrita lo que considera pasividad e inoperancia ante ataques terroristas por parte del “radicalismo islámico”. En claro contraste con sus preocupaciones diarias, Rick ve que los políticos apoyan protestas contra la discriminación e por la igualdad de sexos, problemas cuales no le parecen relevantes en comparación con los problemas económicos del pais, y proponen un mayor control de armas que él considera parte del derecho inalienable a la defensa personal tanto como establece la Constitución de los Estados Unidos,.
Cuando Rick escucha a Trump hablar informalmente y explicar con palabras y conceptos simples la causa de sus problemas, Rick encuentra a un candidato que comparte sus preocupaciones. Trump le habla a él, lo entiende y paradójicamente a pesar de sus billones, es como él, comparte su preocupación sobre los inmigrantes ilegales que saquean sus oportunidades laborales, y siente la amenaza al sueño americano y está dispuesto a luchar por él. Para Rick, Trump dice la verdad aún que no sea lo “correcto decir” y no le importa si la gente lo odia, solo lucha por un mejor futuro y el bienestar de Estados Unidos. Cuando Trump habla de construir una muralla que abarque la frontera con México, algunos sectores tradicionales de la sociedad lo consideran moralmente aborrecible, pero a Rick le parece que es un mal necesario. Rick piensa que los políticos tradicionales están demasiado preocupados por decir lo que “está bien decir” y aquello que les puede traer votos y olvidan lo que la gente necesita. Rick cree que Estados Unidos necesita urgentemente alguien como Trump, alguien a quien no le importe el que dirán o actuar en forma no convencional siempre que eso favorezca los intereses de la amenazada clase obrera americana y de Estados Unidos.
Dentro del partido Republicano, el que se identifica como el partido de la derecha, Trump ha podido obtener una abrumadora mayoría de los votos. La gran incógnita de los analistas políticos es qué sucederá en las elecciones generales, donde Trump deberá conseguir el apoyo de los votantes indecisos o sin afiliación partidaria, entre quienes Trump no es muy popular. A su vez, Trump deberá movilizar y convencer de concurrir a las urnas a los votantes habituales del partido Republicano, aquellos que aborrecen el hecho que la gente identifique a su partido con Trump. Su estrategia y esperanza es que darle el voto sea preferible a votar a la muy detestada y tiranizada por el partido Republicano, Hillary Clinton. Suceda lo que suceda en Noviembre, la inesperada popularidad de Trump es un recordatorio que hay un importante grupo de gente que se siente postergado y desilusionado con la trayectoria del país y que si bien se mantuvo silente por años, todavía existe y puede ser una fuerza poderosa que se deberá tomar en cuenta en futuras elecciones y plataformas políticas.
